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lunes, 16 de enero de 2012

Sunday's Diary II

15 de junio de 2015

Estoy avergonzada, lo estoy y sé que no volveré a repetir la experiencia de esta noche. Algunos dicen que es una experiencia increíble, pero yo no puedo soportar la idea de volver a perder el control de mi propio cuerpo y de mi propio ser. Nunca más. De esto no se tiene que enterar nunca nadie... Fue un accidente. En realidad no me di cuenta de que estaba metida en problemas hasta que estuve en problemas, hasta que noté que no controlaba el mundo. Yo no pienso caer en ese infierno, soy más fuerte que el resto de las personas, además... creo que recordaré esta noche durante mucho tiempo, me perseguirá en mis pesadillas como ese pecado que cometí inconscientemente.

Nunca tendría que haberme fiado de Victoria, por mucho que hubiese sido mi amiga desde que empecé a ir a clases muggles. Tú, solo elige las malas compañías y caerás en toda esa mierda sin darte siquiera cuenta. Estás bien y al siguiente momento pecando de inocente le das un trago a algo, confiando en la persona que te lo ha tendido porque es amiga tuya y la conoces desde hace tiempo, sin darte cuenta de que has cometido el peor error de tu vida.

De repente empecé a sentir algo extraño en mi interior, como una tempestad. Me sudaban las manos y notaba gotas de humedad en mi cráneo y en la nuca. Todo parecía extrañamente silencioso y entonces las palabras llegaron hasta mí pero de una manera extraña, era como si hubiesen puesto un disco a menor velocidad de la adecuada... como si fuese un eco muy lento procedente de un espacio cóncavo. Me empecé a reír, salvajemente, histéricamente porque me pareció oír la cosa más divertida y a la vez lo más absurdo de toda mi vida. Noté unas formas extrañas en el techo moviéndose de colores cambiantes, enormes planos azules, rojos y amarillos.

Incapaz de poder soportarlo y sintiendo que el mundo daba vueltas a mi alrededor cerré los ojos y me quedé flotando hacía otra esfera, otro mundo, otro estado. Las cosas escapaban de mi cuerpo y volvían, privándome del aire como si descendiese velozmente en un ascensor. No era ni siquiera capaz de distinguir lo real de lo irreal, era como si estuviese metida en una alucinación. La sensibilidad de mi cuerpo alcanzó tal nivel que podía oír la respiración de alguien en el piso de al lado y oler a kilómetros de distancia. Lo que a otros les hubiese fascinado a mi comenzaba a aterrarme. Quería volver a la realidad, pero el problema es que ya no sabía que era real y que no lo era.

No recuerdo como llegué. Sabía que no podía llegar a casa en aquel estado, me aterraba todo. Todo menos una cosa. Ni siquiera recuerdo la hora a la que llegué, solo recuerdo que la cabeza me daba vueltas y era incapaz de juntar dos palabras para formar una simple frase, lo cual no hacía más que asustarme aún más. ¿Cómo es posible que algo pudiese alterar tanto mi propio organismo?

Le encontré. Encontré a Jacques y empecé a llorar como una niña pequeña y el dolor en mi cabeza empezó a aumentar porque era como si todo lo que estaba a mi alrededor lo viese en cien dimensiones. Y mi oído seguía tan afinado que era como si todos los sonidos taladrasen dentro de mi cabeza, golpeando mi cráneo y produciéndome esa sensación de mareo y el punzante dolor en mi cabeza. No recuerdo mucho, las lagunas en mi cabeza aún están ahí, demasiado presentes. Recuerdo que me quede con ellos y que Jacques me aguanto con todas las de la ley, porque creo poder imaginarme lo difícil que fue aguantarme.

Lo he prometido, pero no solo a él o a su madre, me lo he prometido a mí misma. No voy a volver a hacer una cosa así en la vida. No quiero volver a pasarlo tan mal... Y les doy las gracias por prometerme que guardaran este secreto, que este pequeño accidente que he sufrido a causa de mi ingenuidad, no será revelado. Y le doy las gracias a él, por aguantarme y quererme tal y como soy, incluso con mis fallos y mis estupideces...

Todo por culpa de una amistad. La amistad. Comienza cuando dos personas se eligen la una a la otra, pero, ¿qué pasa con esa elección, cuando poco a poco nuestros caminos se separan, nuestras necesidades cambian, y un día no despertamos y nos damos cuenta de que tenemos que elegir algo diferente?

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